La mirada siempre al frente.

domingo, 31 de agosto de 2014

Estoy sin inspiración, no me convence lo que escribo, no creo que sea lo suficientemente bueno. Es un poco como me pasa conmigo misma, muchas veces pienso, ''¿Por qué no puedo quererme tal y como soy?, ¿Seré buena en algo?''. Creo que soy demasiado exigente conmigo misma, no puedo evitar creer que todo el mundo es mejor que yo. Seguramente sea debido a un grave problema de autoestima y confianza en mi. Lo cierto es que estos problemas no son de ahora... llevan años conmigo, son años y años juzgándome y pensando que cómo me va a querer alguien si yo misma no me quiero. Son problemas que empiezan odiando tu físico, acomplejada por los demás y por mi misma. Eso hace que tu carácter se vuelva reservado y desconfiada. Realmente es desesperante vivir así, ir por la calle y ver a chicas y no poder evitar pensar ''Ojalá pudiera tener ese cuerpo, quizás si fuera así todo sería distinto, quizás yo sería distinta''. Quizás me haya resignado a vivir así, todo lo que queremos conseguir en esta vida tiene un precio. Confieso que tengo poca paciencia, me desespero si no veo resultados inmediatos, eso me pasó cuando me apunté al gimnasio, quizás si hubiera sido constante ahora estaría escribiendo otra visión, pero por desgracia me desespero, lo dejo, tiro la toalla y sigo lamentándome sin realmente saber por qué me cuesta tanto confiar en que a largo plazo veré resultados, mientras me planteo ser constante, conseguir algo lleva su tiempo, y yo espero conseguir superar algún día todo lo que me atormenta a día de hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario