La mirada siempre al frente.

jueves, 24 de mayo de 2012

Si hay algo que sé y he aprendido con el tiempo, es que las mejores cosas de la vida no son materiales. Que los momentos suelen quedarse grabados en la retina y cada vez que a tu corazón o a tu cabeza le da los recuerdas. También están los sentimientos, esos que no podemos controlar y que dependiendo del momento puedes tener unos u otros. Tenemos que aprender a valorar todo eso que la vida nos ofrece, cada persona llega en el momento en el que tenía que llegar, ni más ni menos. Disfrutar de las cosas que de verdad son importantes y dejar a un lado todo lo material, ya que en muchos casos carece de valor.

domingo, 6 de mayo de 2012

Tú.

Hay personas que por una extraña razón sus vidas deciden juntarse. Es curioso que a veces pueden ser personas totalmente distintas, pero que poco a poco van adquiriendo la capacidad de quererse, de entenderse e incluso descubren que tienen unas cuantas cosas en común, aunque sean insignificantes. Cuando encuentras a una de esas personas sabes que vas a vivir muchos momentos a su lado, unos serán bonitos, otros no tanto. A veces tendrás unas ganas locas de matarlo, pero luego te mirará y se te olvidará el motivo por el que lo ibas a hacer. Otras sin embargo te dará algo que no se da a cualquier persona: su corazón. Tengo muchos secretos, pero hay algunas personas con las que los comparto. Siento decir que * te quiero* ya no es un secreto en esto que siento. Sabes qué? No te puedo prometer un final feliz, eso sería engañarnos, pero si puedo intentar que esta historia valga la pena vivirla.
Lo que me llevará al final, serán mis pasos no el camino. No ves que siempre vas detrás, cuando persigues al destino. Siempre es la mano y no el puñal, nunca es lo que pudo haber sido. No es porque digas la verdad, es porque nunca me has mentido. No voy a sentirme mal, si algo no me sale bien. He aprendido a derrapar, y a chocar con la pared. Que la vida se nos va, como el humo de ese tren, como un beso en un portal, antes de que cuente diez. Y no volveré a sentirme extraño, aunque no me llegue a conocer. Y no volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer.